Nuestro compañero José Parra nos proporciona la crónica de la salida a Peña Ubiña del pasado Domingo 7 de Junio:

«Salida a las 7.30 para aprovechar el día ya que amenazaba tormenta, varias discrepancias en la hora de llegada de la tormenta pero finalmente la libramos ya que era algo que podía estropearnos la excursión. Primer café en Villablino para cargar las pilas y, minutos más tarde, llegada a Torrebarrio, pueblo defendido por el imponente pico Ubiña, que ya impone cierto respeto desde cerca.

Una vez disfrazados de montañeros y con comida y agua en la mochila se inicia el ascenso, compuesto por experimentados compañeros y algún novato en la alta montaña como yo. En cabeza Xiri seguido por Santi, Federico, Manolo, Luis, Quique, Miguel y yo. Subimos por un camino ancho y transitable, cogiendo unos metros más arriba un sendero que nos lleva a la base del pico Ubiña, donde nos encontraremos a nuestro amigo de Huellas de la Cabrera, Cuca, y su esposa. Tras reponer fuerzas se inicia el ascenso transcurriendo por un sendero transitable hasta llegar a la zona de roca caliza donde se avanza trepando, disfrutando en todo momento de las impresionantes vistas y donde los más veteranos enseñan los picos y lugares a los novatos. El primero en hacer cumbre es Carlos, quien no ha parado de hablar en todo el ascenso con un joven que le acompañó en todo momento. Luego fueron haciendo cumbre Manolo, Luis, Enrique y Miguel, que al igual que yo era la primera vez que andaba por esas alturas. Minutos más tarde hace cumbre Santi, que porta la bandera del club para hacer la foto oficial, y por último corona, con un gran mérito, Federico, que viene acompañado desde los primeros pasos por el hombre del mazo.

Gran ambiente en la cumbre, donde nos encontramos con personas de varios lugares. También desde la cumbre se puede ver como en cuestión de minutos se forman nubes de tormenta lo que acelera la bajada pero se aprovecha también para reponer fuerzas y disfrutar de las vistas pudiendo ver cubierta por un mar de nubes la vecina Asturias. Se hace el descenso a buen ritmo hacia el collado de Meicín, comprobando en la bajada la dificultad de este tramo. Una vez en el collado el grupo toma asiento y da cuenta de unos bocadillos y ensaladas que disfrutamos como un manjar, acelerando los últimos bocados ya que la amenaza de tormenta se podía hacer realidad, descendiendo por un sendero decorado con flores amarillas haciendo del lugar ya de por sí espectacular una auténtica postal.

Una vez en el pueblo nos refrescamos en una estupenda fuente de agua no potable. Desde la plaza de Torrebarrio se puede ver el imponente PICO UBIÑA, aunque ya lo veo de otra manera, con todo mi respeto hacia el «yo he subido ahí».

Se inicia la marcha de regreso a O Barco buscando con la mirada en todo momento la cima, por si había cambiado algo desde que habíamos estado allí. Parada para tomar un refrigerio en San Emiliano y, con una cervecita en la mano, contar todas las aventuras del día. 

Por parte de Miguel y mía, que nos estrenábamos en una aventura así, las sensaciones fueron increíbles. Para los veteranos de este club también fue una gran excursión y ole tu valor Federico, que cambió su cervecita por un reparador helado.

Llegada a O Barco y ya pensando en la próxima. Espero que os haya gustado.»Peña Ubiña 1